Junto con el casco, las protecciones representan el resto de elementos vitales a la hora de coger la bicicleta, principalmente en modalidades como el descenso, free-ride o el enduro. Algunas de ellas también son frecuentes dentro del ciclismo urbano para suavizar las posibles caídas.
Algunas de las principales marcas de equipación para bici como Fox llevan años innovando en este segmento, con materiales y tecnologías cada vez más sofisticadas y avanzadas, que se han desarrollado por profesionales en pruebas de la copa del mundo.
Las protecciones integrales nos ofrecerán la mayor seguridad posible en caso de golpes y caídas violentas con la bici. La cobertura total de la espalda, los hombros, el pecho y los brazos hace de este tipo de protecciones una auténtica armadura salvavidas. Algunas de ellas incluso, ya incorporan el collarín como elemento de la pieza, para evitar cualquier fractura o latigazo en el cuello.
Otras protecciones como las coderas y las rodilleras deben permitirnos una adecuada flexibilidad y libertad de movimientos, para un correcto manejo del manillar y pedaleo.
Para vestir debajo de los pantalones de bici, existen las protecciones en culottes, cuyo diseño se basa en el culotte ciclista de toda la vida (sin protección), pero en este caso se añaden refuerzos protectores y acolchados en las zonas más críticas, como por ejemplo, las caderas.
Igual que en el MotoCross, los collarines y los chalecos son un tipo de protección para bicicleta. Podemos considerarlas unas de las protecciones más relevantes para proteger la zona del tronco y el cuello, donde las lesiones pueden acabar siendo muy serias. Por esta razón, no escatimes cuando escojas tus protecciones porque su óptima calidad en caso de caída puede resultar clave.
Por último, recuerda reforzar aquellas articulaciones como las muñecas o los tobillos, que a veces descuidamos para priorizar la libertad de movimientos.