Si para algo surgió la bicicleta, fue para su funcionalidad del día a día. Está claro que actualmente se usa principalmente para ocio, pero no debemos olvidar sus orígenes. Los que usamos la bici para los desplazamientos diarios sabemos la importancia que tienen las bolsas y mochilas cuando necesitamos transportar nuestros objetos, o simplemente para cargar los recambios y herramientas en caso de posible avería en nuestra bicicleta. Para ello, existe una gran variedad de bolsas y mochilas, tanto para el ciclista como para la bici.
Desde que se inventaron, las bolsas de agua han revolucionado el ciclismo aportando una gran comodidad para la hidratación. Éstas contienen un departamento específico para el almacenamiento del agua dentro de una bolsa específica para líquido. Un sencillo tubo con válvula de seguridad, situado en la parte exterior del asa, es lo que nos permite poder beber sin necesidad de agacharse a coger el bidón. Tanto por capacidad como por comodidad, las mochilas de hidratación suponen la mochila perfecta sobretodo en la gran cantidad de modalidades que ofrece el MTB. Tanta es la comodidad de este tipo de mochilas, que algunas de las mochilas de hidratación están pensadas únicamente para el almacenamiento de H2O, con algún bolsillo específico para el móvil o las llaves.
Para los que quieran evitar cargar con una mochila, podéis optar por una bolsa para vuestra bici. Éstas te serán de gran practicidad si únicamente quieres transportar recambios como cámara, mancha o llaves Allen. La gran variedad de bolsas te permitirán colocarla donde te sea más práctica: ajustables al cuadro de la bici, debajo del sillín , en las alforjas , etc.