Excepto en las bicicletas para los más pequeños la transmisión lo es todo en cualquier bici. De ella dependerá el traslado de potencia de nuestras piernas hacia las bielas, cadena y el resto de engranajes.
La principal regla para que la transmisión funcione adecuadamente es evitando el barro y el polvo, además de aplicarle una adecuada lubricación para mejorar su funcionamiento y evitar un desgaste excesivo.
La pieza clave de cualquier transmisión es la cadena, la encargada de repartir la potencia y de obedecer las órdenes de las manetas de cambio cuando éstas ordenan pasar a otro piñón o plato mediante los cables y fundas .
Según el casette y número de piñones, tu desarrollo será completado con 3, 2 o 1 plato. Por casette entendemos el conjunto de piñones que quedan fijados en el buje de la rueda posterior, que unidos al los platos y cadena forman la transmisión. Además debes saber que tanto el casette como los platos, pueden tener distinto número de dientes según gama, o modalidad que harán que un desarrollo sea más o menos adecuado según el tipo de bicicleta que busquemos.
Claro que principalmente en el ámbito urbano, también puedes optar por el piñón fijo por el Single Speed (un único piñón libre). Justamente para los ciclistas urbanos, no olvides que puedes añadir un cubreplatos para evitar ensuciarte el pantalón o zapatilla.
Para los que busquen lo más moderno en tecnología ciclista, Motocard dispone de Grupos Eléctricos de transmisión, es decir: sin cables y mediante una señal digital emitida desde las manetas hacia el desviador y cambio. Todo ello mediante una pequeña y ligera batería de larga autonomía y fácil de recargar.
Por último, no olvides que la transmisión de la bicicleta nace en la fuerza que aplicas a los pedales y bielas. Para poder trasladar mejor la potencia y ganar seguridad en las bajadas, te recomendamos usar pedales automáticos que, unidos a las calas de las zapatillas, garantizan una fijación óptima y segura del pie en el pedal.